El parque de diversiones Sea World, en la ciudad estadounidense de Orlando, aclaró hoy que no sacrificará a la orca que mató a su entrenadora durante una función y que tampoco está considerando devolverla al océano. La declaración surgió tras la polémica que suscitó el accidente respecto de la peligrosidad de estos animales.
Por otro lado, se confirmó que Dawn Brancheau -tal el nombre de la entrenadora- murió ahogada, con fracturas múltiples, luego de que la ballena la agarrara de su cabello y la empujara hasta el fondo del tanque. De ese modo, se descartó la hipótesis que aventuraba que la mujer podría haber resbalado y caído en la pileta.
La orca, de nombre "Tillikam", fue capturada del mar a los dos años, reveló la agencia de noticias EFE. Pesa 12.000 toneladas y no sería la primera vez que ataca a una persona: en 1991, habría dado muerte a su antiguo entrenador y, años más tarde, los empleados de Sea World encontraron sin vida a un turista que se coló en su tanque durante la noche.
Pese a que el incidente ocurrió frente a varios espectadores, los directivos del parque están analizando como poner freno a la difusión de posibles videos caseros que hayan registrado el ataque.
